NÉCTAR


¿Te acuerdas cuando nos dividimos en dos?; 
Al igual que la división celular del alma 
nos fuimos fuera de nuestro núcleo 
en la noche inquieta de la sombra y de los corazones solitarios.
¿Te acuerdas de cuando nos quedamos fuera de nuestra alma?;
Cuando la gravedad nos gritó aparte como ángeles heridos, 
recelosos de la mortalidad;
¿Te acuerdas cuando nos agarraron esos otros mundos 
que reunían tiempo y organismos 
como un río recoge escombros después de una tormenta?
Nuestro anhelo por el otro nunca disminuyó 
aunque nuestra alma fue silenciada por el tiempo.

¿Te acuerdas cuando por primera vez nos vimos separados
como jóvenes gemelos atisbando sorprendidos frente a un espejo?
Me dijiste esto: "Todo entre nosotros es ilusión
 - una entrada en la necesidad -
Un viaje hacia Dios."
¿Te acuerdas de nuestra primera reunión 
cuando nuestros cuerpos colapsaron  en una sola sombra, 
cubriendo la luz de nuestra alma?
Nuestra necesidad destruida, tiempo expandido 
como dedos abriendo un túnel entre la tierra 
y todo lo que hay entre nosotros.
Y cuando miramos de nuevo eramos dos cuerpos

dispuestos como las plumas de una única ala.

¿Te acuerdas de mi como de ti, cuando nuestras alas 
se convirtieron en huellas y el peso de las palabras 
nuestra jaula terrestre?
Me dijiste: "La luz nunca se enjaula, 
siempre y cuando recordemos."
Te recuerdo puro y poderoso como el flash de un rayo, 
un aliento solar dado por Dios 
para recordarme que su belleza nos une.
Desde la inconsciencia de la tierra 
a las decididas alturas de las estrellas lejanas, 
su belleza nos une como el fiel néctar de nuestra alma.